Ruta del lago Enol a Covadonga, la mayor parte transcurre por la ruta conocida como Ruta de la Reconquista y señalizada como GR 202.
Esta ruta se inicia en Covadonga centro de identidad de Asturias, y va enlazando a su paso valles, majadas, bosques y riscos que forman parte del mosaico de los Picos de Europa.Se ha escrito que el emir árabe Alkama emprendió una ofensiva contra un grupo de rebeldes en el monte Auseva, sito en las inmediaciones de Covadonga. Leyenda e historia se entremezclan y se habla de una derrota frente a Don Pelayo, que les hace huir a través de una ruta imposible: Los Lagos, El Cares, Pandébano y Áliva son los puntos más importantes por donde pasaron camino de Cosgaya, lugar en el que, según se cuenta, la providencia quiso que se desmoronara parte del monte Subiedes y acabara arrojando al río Deva a los 63.000 guerreros musulmanes supervivientes.
La Ruta de la Reconquista tiene un dificultad alta, tanto por su longitud, 58 kilómetros, como por la dureza de la orografía que recorre.
En este caso nosotros realizamos una pequeña parte de esta ruta y en sentido inverso.
Salimos de Les Veleres a la entrada del lago Enol a 1.120 m de altitud, para llegar a Covadonga ( 258 metros altitud).

A las nueve menos cuarto de la mañana, todos preparados frente al Colegio de Salinas, la espera por el autobús se aprovechaba para intercambiar información “privilegiada”sobre el posible estado del tiempo, unos habiamos consultado el accuweather, otros el meteored, etc., pero el día amaneció radiante disipando la mayor parte de los temores.
Esta segunda salida del AMPA del Colegio de Salinas, comenzó con buen pie, el sol lucia en el cielo, éramos muchos más que en la primera ocasión y por lo que se comentaba en todos los corrillos, a pesar de que algunos no nos habíamos enterado, ni de que la carrera ya había sido, Fernando Alonso había ganado el gran premio de formula uno.
Un par de horas más tarde, en los lagos de Covandoga , a ciento veinticinco kilómetros de Salinas, el tiempo seguía estando maravilloso y el sol nos acompañaría hasta llegar a Covadonga, así que con una temperatura más propia del verano que del otoño, en Les Veleres, comenzamos la ruta.
Los más pequeños estaban deseando comenzar a caminar, y alguno, si nos despistamos un poco, se pone en ruta por su cuenta mientras los demás nos agrupábamos, para tomar la típica fotografía del grupo antes de comenzar la marcha.

Cumplida la misión de la imagen de salida, comenzamos nuestro descenso hacia Covadonga, caras alegres, buen ambiente y como no, los más pequeños en cabeza dispuestos a dar “guerra” y ser los primeros en llegar.
Por por la majada de Gumartin (980 m de altitud), nos encaminamos facilmante a la majada de Fana ( 940m de altitud), pero antes de llegar los más pequeños encontraron un nuevo aliciente a la ruta, un invitado, un perrito al que apodaron “Silba”, que nos acompaño hasta la puerta del autobús en Covadonga y al que casi despidieron entre lagrimas.
Si “Silba” era un aliciente, lo que nos esperaba en la majada de Fana, supero todas las expectativas que se pudieran tener en cuanto incentivos para los pequeños en esta ruta.
En Fana, nos encontramos con un pastor, amable, atento y que se desvivió en atenciones con niños y mayores. En pocos lugares te encuentras a una persona que por propia iniciativa, deja sus labores, para dedicar su tiempo , su cariño y mostrar con la paciencia que tuvo a los animales que cuidaba.
Los “gochus asturceltas”, la camada de pequeños mastines, ovejas, cabras …., hicieron las delicias de pequeños y no tan pequeños.

No queda otro remedio que dejar Fana , a pesar de que a todos nos gustaría pasar mas tiempo allí, pero tenemos que seguir la ruta y enlazar con la GR 202, cuyas marcas blancas y rojas no nos abandonaran hasta que finalicemos nuestro camino.
Así todo aún queda tiempo para sacar una última imagen de este idilico paisaje y de sus “habitantes”.
Subimos hacia la Vega de los Fondos, camino de la Vega de las Traviesas a 980 m de altitud. El sendero esta bien marcado y salvo algún que otro tramo con barro no entraña dificultad alguna.

El camino es ameno, el paisaje encantador y alguno hasta encuentra “grandes” tesoros.

En cambio otros aprovechan el momento de esperar por los que van algo retrasados para hacer sus primeros pinitos en escalada
Desde la Vega de las Traviesas, por una sucesión de prados y hayedos, que empiezan a mostrar el incomparable color de nuestros bosques en otoño, descendemos hacia la Canal de Severin.
El descenso, es cómodo a pesar del desnivel que acabaremos salvando, cada uno baja a su ritmo , alguno incluso opta por salirse del sendero y bajar a su aire por los prados, lo que da lugar a "observar distintas tecnicas y estilos" .
Por ejemplo , aqui podemos apreciar, un estilo inimitable , aura incluida, pero no en vano afirma que fue pastor y ermitaño durante más de quince años en Extremadura, no se sabe a ciencia cierta si fue en este vida o en alguna otra.

En cambio otros, optan por un estilo más deportivo:

Tras pasar la Collada de Severin, nos dirigimos al Collar La Bobia (880 m de altitud) .

Desde aqui ya vislumbramos el Valle del Riu Mestas, a donde tras hacer un alto en el camino para comer y reponer fuerzas , nos encaminamos.
Tras el descanso, comenzamos con buen animo la larga bajada, la benjamín del grupo, con solo cuatro añitos da una lección a más de uno al que le empiezan a fallar las fuerzas.

Descendemos al Pandal y a la Vega de Mestas, durante todo el camino las panorámicas son de una belleza inigualable.

Seguimos el camino por una pequeña foz, donde se encuentra el Mayau de Las Mestas, aquí ya por prados y por la orilla derecha del rio vamos pasando El Campu L'Esbiu hasta llegar a la Vega de Orandi.

El paso a la Vega d’Orandi, cerrado por un vallado, no es motivo de obstáculo , es más sirve de acicate a la diversión y la vega se llena de jolglorio y risas.

Salvado el pequeño obstáculo, nos dirigimos hacia la cueva donde el rio Mestas desaparece, para resurgir de nuevo en la Cueva de Covadonga .

La ruta, poco a poco se va acabando, ya solo nos queda bajar por el Monte Auseva al Real Sitio de Covadonga , tras subir el Collain d’Orandi, por sendero bien marcado comenzaremos nuestro último descenso del día por un bosque magico y sorprendente por su belleza.

Así, tras pasar por La Tiese y el Cuetu de la Nieta , salimos a Covadonga, por un trozo del antiguo trazado de la carretera a los Lagos.

Allí, con la Basílica frente a nosotros , y a los pies de Santina

Aprovechamos para tomar una última imagen de todo el grupo reunido, mientras esperamos a el autobús que nos llevara a Cangas de Onis, donde nos espera una merecida merienda para reponer fuerzas y comenzar a pensar en la próxima salida.