Conocer este pequeño espacio de tierra llamado Asturias, es el objetivo con el que nace Semeyas de Asturias.

Escarpadas y abruptas montañas, frondosos bosques, rios, arroyos, cascadas, acantilados, playas y recónditas calas, configuran esta ancestral tierra de belleza indescriptible.

Conociendo, disfrutando, divulgando y colaborando en la medida de nuestras posibilidades, en la protección de sus espacios naturales, su flora y su fauna salvaje, contribuiremos a que generaciones posteriores, disfruten de esta tierra mágica, de este Paraíso Natural, que es Asturias.

Asturias, es en muchos casos el último refugio para muchas especies que caminan hacia la extinción.

Nuestra conducta cuando nos internemos en sus bosques, en la montaña no ha de ir encaminada solo hacia nuestro propio disfrute, sino a colaborar en defender la supervivencia de todos los seres vivos que comparten este espacio con nosotros.

Osos pardos, lobos, zorros, ciervos, rebecos, corzos, gamos, nutrias, etc. etc. , su existencia depende de como nos comportemos.

Solamente si respetamos sus costumbres, su hábitat natural, solamente así, tal vez mañana en la cumbre de una montaña, en un claro de un bosque podamos en compañía de nuestros hijos o de nuestros compañeros de ruta, mientras comemos un bocadillo, observarlos en todo su esplendor y compartir con ellos un momento único y mágico.



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martes, 2 de septiembre de 2008

Ruta del Pico Pienzu

El Pico Pienzu esta situado en el Espacio Protegido de la Sierra del Sueve.

Este espacio se reparte entre los concejos de Colunga, Caravia, Ribadesella, Parres y Piloña, constituyendo la mayor mancha forestal de bosque de tejo de Europa en su cara norte.

La superficie total del macizo es de 81 km2 y su altitud máxima la constituye nuestro objetivo de hoy , el Picu Pienzu con 1.161 metros de altitud, levantados desde el mismo mar Cantábrico.

En su día, el Sueve fue el último reducto de uno de los caballos más antiguos y puros del mundo del que se tienen referencias históricas que se remontan 2.000 años atrás.




Los Asturcones, caballos de una raza única, de orígenes celtas, con un vigor desproporcionado a su tamaño (una alzada de 1,25 m. de media), fuerte constitución y pelaje oscuro.


En los años 70 su número se reducía a 40 ejemplares y solamente el esfuerzo de algunos criadores y la creciente conciencia de la necesidad de preservar esta raza permitió su recuperación.


Gracias a ello, hoy en día, viven libres y salvajes en estas montañas, al igual que lo hacían hace más de dos mil años.


En nuestro camino, no solo nos encontraremos con asturcones, es fácil que si guardamos un poco de silencio, podamos avistar gamos, especie que fue introducida en los años 50 en el Sueve.






Con algo más de suerte, podremos observar otros mamíferos no tan fáciles de ver, como el zorro o el jabalí.

Si levantamos la cabeza, sobre nosotros, surcando el cielo, seguramente siempre nos estaran haciendo compañia algún alimoche, un buitre..etc.




Acceso:

Por la autovía A-8 y la N-634 en dirección a Santander hasta Arriondas. Allí, tomar la AS-260, dirección Colunga, hasta el Mirador de El Fito.

Dificultad:Baja

Desnivel: 611 metros

Duración aproximada : De cuatro horas y media a cinco horas y media ida y vuelta.


Descripción:


Una vez dejado nuestro vehículo en el aparcamiento habilitado en el Fito, comenzaremos nuestra ruta siguiendo un camino que en ligera subida se adentra en una zona de pinos .


Tras cruzar una zona de bosque bajo, comenzamos a la ladear la sierra por la izquierda, siguiendo un sendero que nos llevara hasta la Majada de Bustacu, donde hay una fuente.


Desde ese punto y subiendo por una pista bien marcada, llegamos a la Majada de Mergullines, donde encontramos otra fuente aunque no siempre con agua. Continuaremos subiendo y alcanzaremos una campera, donde hay una nueva fuente.


Ya solo nos quedara seguir ascendiendo en zig-zag por la ladera del pico Pienzu, a nuestra derecha, hasta alcanzar la cumbre.



Aunque la senda que nos lleva desde el mirardor del Fito a la cumbre del Pienzuse pierde en algunos puntos, no es difícil de volver a encontrar y además durante la mayor parte de la ruta, siempre tendremos a la vista y nos servirá de referencia la inmensa cruz que corona el pico Pienzu.

La primitiva Cruz del Picu Pienzu, era de madera y fue allí colocada en el año 1925, y acabó sucumbiendo a los envites de las tormentas, lo mismo que pasaría con la segunda . Fue ya en 1954 cuando se instalo una de hierro, mucho más resistente a los envites de la naturaleza.
La panorámica desde la cumbre es impresionante, de frente, el mar, una gran franja de litoral que prácticamente abarca toda la zona oriental de la región, se puede llegar a ver Gijón en días despejados, la vista es increíble mires hacia donde mires, la ría de Villaviciosa, Lastres, Colunga, La Isla, Caravia...,, etc.
Detrás nuestro se descubren imponentes los Picos de Europa. Los observamos desde una perspectiva amplia, garantizada por la altitud a la que nos encontramos.La bajada se realiza por el mismo sitio de la subida.

La ruta es asequible a todas o casi todas las personas, la última vez que la hicimos, el 24 de Mayo de este año fue con el A.P.A. del colegio de Salinas.
Fue la primera excursión a la montaña para algunos de los niños, ya que la mayoría no pasaba de los 8 años y alguno ni llegaba a esa edad.
Si antes de comenzar la marcha, incluso cuando se planeaba el realizar la excursión, (se barajaron la posibilidad de hacer otras rutas como la Ruta del Alba, a la del Cares, las Xanas…etc.), había quien dudaba de que llegaran a completarla, las dudas quedaron completamente despejadas nada más comenzar a andar.



Aida, Lucas, Illan, Álvaro se pusieron en cabeza, y en varias ocasiones hasta hubo que llamarles la atención con aquello de :” ¿ A dónde vais, no veis que hay que volver luego?”, alguno de los padres decia aquello de .”Dejarlos , dejarlos , ya cansaran”, pero tanto ellos como el resto de los “peques”, unos con más esfuerzo, otros con menos, llegaron arriba e incluso se permitieron el “lujo” de abuchear a algún que otro padre que llego bastante más tarde que ellos.
Tras reponer fuerzas en la cumbre y las fotografías de rigor, comenzamos un cómodo regreso ya que la vuelta es todo bajada, señalar en este punto , que a pesar de que en la descripción de la ruta, señalábamos que la vuelta se hacia por el mismo camino utilizado en la subida , en esta ocasión optamos por una ruta alternativa.
En la majada del Bustaco, en vez de seguir por el camino, nos desviamos a la derecha y bajamos por el bosque de la Toya hasta la carretera que une Colunga con el Fito, donde nos aguardaba una estupenda merienda y el autobús para regresar a casa.

lunes, 1 de septiembre de 2008

De Tarna a la Ablanosa y Vegapociello

De Tarna a la Ablanosa y Vega Pociello.
Ruta que discurre dentro del Parque natural de Redes, declarado reserva de la biosfera por la UNESCO.
Personalmente, consideramos esta ruta como una de las más bellas de las muchas que se pueden realizar dentro del Parque Natural de Redes.


Tanto en primavera como en el otoño, en invierno como en verano, tiene un encanto especial.Si impresiona y maravilla la exuberancia del bosque de Fabucao en primavera, no lo hace menos en otoño, cuando se cubre de tonos ocres.
El invierno nos deja paisajes de belleza sin igual y la nieve nos permite, apreciar fácilmente las huellas que van dejando en sus desplazamientos los animales salvajes que lo habitan.
Con añoranza, recordamos como hace años, recorriendo esta ruta, tuvimos la excepcional suerte de poder recrear nuestra vista y oídos con la presencia de urogallos en su hábitat natural.
O cuando ya de vuelta, en una tarde de primavera, tuvimos la inolvidable, ( al menos para nosotros), experiencia de vivir in situ, como el aullido del lobo silenciaba el bullicio de un bosque en primavera.



En muchas ocasiones dentro de un bosque no eres consciente, te acostumbras al bullicio que hay a tu alrededor, al canto de los pájaros, al sonido que brota del agua de los arroyos y los ríos, no lo eres hasta que de improviso se hace el silencio total y absoluto, y de repente es sustituido por el gutural aullido del lobo.
Parece como si por segundos, minutos, todo se parara, todo girara única y exclusivamente en torno al aullido que entran por tus oídos , recorre tu cuerpo y llega a tu mente, después el silencio y más tarde entre los desaforados ladridos de los perros, el bosque recobra su normalidad, y tu te sientes, distinto, especial.
Tal vez no sea posible repetir esa experiencia hoy en día, pero si es fácil avistar, corzos, rebecos, venados…., y con un poco más de suerte puedes encontrarte con un zorro o oír el aullido del lobo.

Acceso :

Lo más recomendable es dejar el coche a unos dos kilómetros aproximadamente del pueblo de Tarna, justo donde a la derecha sale una pequeña pista que desciende hacia el rio. Como referencia podemos tener una señal de trafico que indica que dicha pista es solo de acceso a los vehículos que tengan el permiso correspondiente.
Es recomendable ir a primera hora de la mañana ya que el aparcamiento no da para mucho más de un par de coches.

Itinerario:

Comenzaremos descendiendo por la pista hasta llegar al puente del Corral. Alli, tras cruzar el puente, comenzaremos un ascenso no muy pronunciado que nos llevara a la majada de la Ablanosa.

En la Ablanosa, podemos hacer una primera parada para reponer fuerzas o admirar el bello paisaje que nos rodea, el Cantu del Oso, el Cuito Negro, el bosque de fabucao etc.., o mejor ambas cosas.
Tras atravesar la Ablanosa, seguimos por un camino bien marcado, que tras atravesar la Carrosca, nos lleva el bosque de Fabucao y siguiendo el sendero, siempre en ligero ascenso nos llevara a la espectacular y bella majada de Vega Pociello.
El camino aún cuando no esta señalizado, (solo hay un pequeño letrero de madera que indica “A la vega” situado a unos diez, quince minutos de la salida de la Ablanosa), no tiene ninguna perdida.
En total habremos invertido en llegar a Vega Pociello entre dos horas y dos horas y media aproximadamente.



Para regresar solo tenemos que invertir el camino realizado.

Existe una variante de esta ruta, que sería :

A la hora de subir, en vez de cruzar el puente y tomar la pista, coger un camino que sale a la derecha y tras vadear el rio, subir por el pequeño sendero que nos llevaría a la majada del Campón, de allí seguir ascendiendo hasta la majada del Cerreu Altu, (donde las vistas son impresionantes), y luego continuar por el bosque hasta llegar a Vega Pocillo y regresar por el camino que nos llevaría de vuelta por la Ablanosa.
O bien subir por la Ablanosa y regresar atravesando el bosque hasta el Cerreu Altu, etc.

Para utilizar esta variante, es necesario solicitar permiso, ya que es de acceso restringido y en todo caso señalar que no es muy transitada, no esta señalizada de forma alguna, es más larga, dura y entraña el riesgo de perderse.

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