Conocer este pequeño espacio de tierra llamado Asturias, es el objetivo con el que nace Semeyas de Asturias.

Escarpadas y abruptas montañas, frondosos bosques, rios, arroyos, cascadas, acantilados, playas y recónditas calas, configuran esta ancestral tierra de belleza indescriptible.

Conociendo, disfrutando, divulgando y colaborando en la medida de nuestras posibilidades, en la protección de sus espacios naturales, su flora y su fauna salvaje, contribuiremos a que generaciones posteriores, disfruten de esta tierra mágica, de este Paraíso Natural, que es Asturias.

Asturias, es en muchos casos el último refugio para muchas especies que caminan hacia la extinción.

Nuestra conducta cuando nos internemos en sus bosques, en la montaña no ha de ir encaminada solo hacia nuestro propio disfrute, sino a colaborar en defender la supervivencia de todos los seres vivos que comparten este espacio con nosotros.

Osos pardos, lobos, zorros, ciervos, rebecos, corzos, gamos, nutrias, etc. etc. , su existencia depende de como nos comportemos.

Solamente si respetamos sus costumbres, su hábitat natural, solamente así, tal vez mañana en la cumbre de una montaña, en un claro de un bosque podamos en compañía de nuestros hijos o de nuestros compañeros de ruta, mientras comemos un bocadillo, observarlos en todo su esplendor y compartir con ellos un momento único y mágico.



Popular Posts

domingo, 8 de mayo de 2011

Cascada del Río Buanga

Entre los Concejos de Grado, Oviedo y Santo Adriano se localiza la sierra de Guanga ó Buanga como también se le conoce, es una pequeña cadena montañosa que se extiende entre la Collada de las Fileras y el barranco del río Guanga ó Buanga.


El punto de partida de esta ruta esta situado en la entrada del pueblo de San Andrés de Trubia, junto al antiguo lavadero, en la carretera que conduce a la pequeña aldea de Castañéu del Monte.



Comenzamos nuestra ruta dejando atrás el lavadero, caminando unos ciento veinte metros por la carretera que asciende a Castañeu del Monte.


A nuestra derecha nos encontraremos con una casa, en la que es visible un azulejo grabado con el nombre de la misma, “la Guarda”, a la vera de la casa nace un estrechísimo sendero franqueado de murias de piedras a ambos lados y tomado totalmente por la vegetación en sus primeros metros.






La vegetación que cubría el camino desaparece y facilita el ascenso hacia una primera collada, allí nos encontramos con una primera bifurcación en el camino, obviando el camino que desciende a la derecha y continuando nuestra marcha por el sendero que en sentido ascendente, sale a la izquierda de donde nos encontramos.






El sendero en muy poco tiempo nos lleva a una nueva collada, salpicada de pequeñas cabañas, en la bifurcación existente en ella, de nuevo tomaremos el camino empedrado que sale a la izquierda en sentido siempre ascendente.
Transitamos por un maravilloso bosque de inmensos castaños, por tramos la frondosidad es tal que apenas deja pasar un rayo de sol.





El camino en principio esta rodeado a ambos lados de murias de piedra y en tramos empedrado, para luego ir poco a poco convirtiéndose en un estrecho sendero.





Ascendemos ahora por una empinada pendiente donde a tramos desaparece el sendero, para reaparecer un poco más adelante.






El sendero nos deja en una nueva collada, a nuestra derecha tenemos la pared rocosa de la Peña el Castiellu y a nuestra izquierda ya se oye el rumor del río Buanga deslizándose vertiginosamente entre saltos de agua.



La praderia de la collada esta atravesada por un muro de piedras, estamos a muy poca distancia de la Cascada de Buanga, aunque en ocasiones, dependiendo de la época del año en que nos encontremos, la frondosidad del bosque puede impedirnos ver el pequeño sendero que desde aquí y a la izquierda desciende hasta las ruinas de una casa , el molino y la cascada.



Existe otra opción (la que nosotros tomamos), que es continuar la marcha hacia arriba, dejando el visitar la cascada para el regreso.


Por tanto continuamos la ruta ascendiendo por un amplio camino empedrado hasta encontrar una nueva bifurcación, allí un camino a la derecha sigue su rumbo hacia Sama de Grado y otro más pequeño a la izquierda desciende a la ribera del río Buanga.




Una vez en la ribera, comenzamos a descender por un pequeño sendero siempre llevando el río a nuestra derecha, un poco más adelante nos encontramos con una preciosa casería asturiana, enclavada en la ladera del pico Bobia.





A pesar de estar abandonada y semi en ruinas, por los pequeños detalles que se pueden observar en su tradicional corredor de madera , en su ....




situación, tamaño y estructura, portalón de entrada, cuadras, etc. debió de tratarse de una gran casería .




Continuamos marcha por un estrecho sendero, río abajo , hasta llegar a la parte alta de la cascada.


En la época en que nosotros realizamos la ruta, a primeros de otoño, aún se notan los efectos del estío y lamentablemente como pudimos comprobar más adelante, cuando seguimos el sendero para llegar a la collada que antes habíamos dejado atrás y bajar a la cascada, apenas lleva agua.






A escasos metros de la cascada de Güanga ó Buanga, casi totalmente derruido y semioculto entre árboles caídos y la frondosa vegetación que nos rodea , nos encontramos con los restos de un ancestral molino de agua y de una gran casa de piedra.




Nos encontramos en un paraje singular , lleno de belleza y magia, todo un espectáculo sonoro y visual, las cascadas del río, el entono natural, casi salvaje, donde se desarrolla. ....







A partir de aquí, intentar seguir el cauce del río además de ser prácticamente imposible, por su peligrosidad sería una temeridad ...





así que hay que conformarse con acercarse extremando la precaución para ver alguno de los saltos del agua y luego regresar de nuevo al camino.




El río Buanga, se encajona en una profunda entalladura, por donde se desploma hacia su confluencia con el río Trubia, sucediéndose uno tras otro los saltos de agua .





Hora de regresar de nuevo a la collada y hacer un alto en el camino para reponer fuerzas



Desde aquí, se puede tomar un sendero que en ocasiones desaparece entre la exuberante vegetación para reaparecer un poco más adelante y que en muy poco tiempo nos lleva a la cima de la Peña Castiellu.





Sobre esta cima, antaño estuvo situado el Castillo de Buanga , desgraciadamente ya no quedan restos de esta fortaleza del siglo XIV, ya que tanto las losas de la calzada romana por la que transita esta ruta , como las piedras del castillo , fueron utilizadas durante siglos para construir cabañas, casas y murias de separación de prados y caleyas.





Tras disfrutar de las estupendas vistas que se tienen sobre el valle de Trubia desde la cumbre de la Peña del Castiellu, solamente queda ya tomar el mismo camino por el que subimos para regresar a San Andrés.






Las primeras sombras de esta tarde otoñal, comienzan ya a cubrir estos senderos y caleyas, antaño caminos reales que hoy nos han servido para disfrutar un día más de la belleza de nuestra tierra.





Una última mirada atrás :




(Imágenes tomadas en octubre de 2009)


Caminando por Asturias, Caminando por el Paraíso

6 comentarios:

Mercedes 18 de mayo de 2011, 0:03  

¿Cascada Buanga? ¿Eso donde “cae”? ¿Africa? Pues vaya, ahora resulta que a muy pocos km de Oviedo hay una cascada y con ese nombrecito. ufff

No se de donde sacáis las rutas, es alucinante :-D

Además de desconocida (al menos para mi) es guapisima, otra para apuntar y realizar en cuanto tenga ocasión .

Saludos y enhorabuena por el post

Pedro 18 de mayo de 2011, 3:27  

Como dice mercedes por el titulo parece que fuera africa, pero

waka waka , esto no es africa, es Asturias el Paraiso Natural

:_D

Menudo partido le sacais a la camara, unas fotos maravillosas
Un saludo

Anónimo 18 de mayo de 2011, 3:28  

Guapa ruta, saludos

Carbayon 18 de mayo de 2011, 3:29  

Anda que como se entere Gabinin que esa maravilla queda en el concejo de oviedo, le planta un par de fuentes en mitad del camino.
¡ Daros prisa en visitarla antes de que se entere !

Anónimo 29 de noviembre de 2011, 14:21  

El azulejo ya no está, y junto a la casa hay tanta maleza que ni tarzán pasa por alli, antes del lavadero y a pie de la carretera hay una cómoda pista que sube hasta el sendero.
Arriba es un lio de caminos agrícolas e historias, y hay q encontrar la cascada a base de "oido", es preciosa, pero vaya tela...

Ozzelui

Luisma 12 de diciembre de 2011, 2:25  

Si que es verdad que el azulejo ya no está ya que el mes pasado repetimos la ruta y no estaba, en cuanto a lo que tarzan ni pasa…….., es un poquito exagerado , la primera vez que fuimos estaba mucho peor , además solo son unos pocos metros, después mejora rápidamente, hay que tomárselo como un aliciente más, son las cosas que pasan cuando uno sale del asfalto. :-D

Muchas gracias por tu comentario

© http://www.semeyasdeasturias.blogspot.com/
Queda expresamente prohibida la copia y reproducción de las imágenes y textos de esta web con fines comerciales, sin el permiso previo de los propietarios.En el caso de que se utilicen para uso privado del usuario, deberá de hacerse inexcusablemente referencia directa a los propietarios de esta web y poner un link / enlance a la misma.
Los autores de este blog, en ningún caso se hacen responsables de las opiniones expresadas por los usuarios en sus comentarios.
semeyasimagenesdeasturias@gmail.com