La Hoya de San Vicente

La Hoya de San Vicente

El punto de partida de la ruta que vamos a realizar hoy se encuentra localizado en el Puente Dobra, en el Concejo de Amieva.


Para llegar al Puente Dobra, desde Cangas de Onis, tomamos la N-620 en dirección al Puerto del Pontón a través del desfiladero de los Beyos.

Tras pasar el pueblo de Tornín, situado a unos 6 Km de Cangas de Onis, allí donde el río Dobra vierte sus aguas al Sella , está el punto donde comenzaremos nuestra ruta. .

El camino que nos llevará hasta la Hoya de San Vicente, nace justo al lado de la carretera, junto al puente y un bar allí instalado.
Más que una ruta, podríamos calificarlo de un pequeño paseo sin dificultad técnica alguna, sin ningún desnivel apreciable, pero que nos permitirá disfrutar de un paisaje de una belleza singular.

¿ La Hoya de San Vicente ó la olla de San Vicente ?

Comenzamos nuestra marcha siempre con el río Dobra a nuestra derecha, por una amplia pista que pronto nos llevará hasta el llamado Puente Vieyu; puente medieval que en su día formó parte del camino Real que unía Cangas de Onis con Amieva, en la vecina provincia de León.





Sin desviarnos en ningún momento, continuamos nuestro caminar por la pista, rodeados de un precioso bosque autóctono



La belleza del paisaje que nos rodea, es tanta que es imposible para a observar y disfrutar de las innumerables pozas que va formando el río Dobra.

Por un momento nos separamos unos metros del río, nos estamos acercando a la majada de la Pandiella.

Atrás queda la majada y el camino se va comenzando a estrechar poco a poco





El sendero desciende lentamente, acercándonos de nuevo al río.

Si preciosas son las vistas que nos regala el Dobra, no son menos, las que surgen ante nuestros ojos, en algún que otro claro del bosque nos rodea.

Seguimos río arriba por la llamada Senda del Gatu, el Dobra va formando impresionantes recodos, pozas, etc.

Estamos ya a escasos metros de la Hoya de San Vicente.

Como salida de la nada, aparece ante nosotros , la Hoya de San Vicente.

Estamos en un lugar idílico, mágico, de una belleza sorprendente

Que nos invita a relajarnos y disfrutar , a olvidar las prisas , a sentarte tranquilamente y contemplarlo

O a colgar las botas y …..

y darte un chapuzón en sus aguas cristalinas

En resumen un paseo sencillo, que nos permite entrar en contacto con una naturaleza en estado salvaje y disfrutar de un día estupendo sin gran esfuerzo.

Tal vez lo más difícil de esta pequeña ruta, sea abandonar, dejar atrás, la Hoya de San Vicente y regresar al punto de partida, no porque entrañe ninguna dificultad ya que se vuelve por el mismo camino de la ida, pero:

¿ Quién no se resiste a marcharse de un lugar así?

Caminando por Asturias, Caminando por el Paraíso